El departamento de tres recámaras tiene su inspiración en los edificios más altos del mundo, dónde se privilegia la vista a 180 grados.
Se trata de vivir inmerso en el paisaje y disfrutar de la naturaleza y del crisol de colores de los cielos, el agua y las montañas. Los grandes ventanales de piso a techo llenan de luz, ventilación y amplitud con su paisaje infinito. Las habitaciones tienen acceso a su propio balcón y participan de estas grandes vistas de la ciudad.
La recámara principal se inspiró en la master suite de los hoteles de lujo, teniendo una propuesta muy equipada que recuerda la sensación de bienestar de las vacaciones.